martes, 2 de junio de 2015

La verdadera celebración del Premio Goldman fue en Río Blanco.

Karla Lara 30/5/2015
Cantora feminista y miembra de la Red Nacional de Defensoras en Honduras

Subimos al Roblón para celebrar con el pueblo Lenca el premio Goldman que les fue otorgado en el nombre de Berta Cáceres por el ejemplo exitoso de lucha del pueblo Lenca porque no se represe las aguas del Río Gualcarque en el perverso binomio de Desa Sinohydro.

Cantar me ha regalado muchos escenarios, abrazos y satisfacciones, ahora, cantar y llevar el esfuerzo organizado en un nombre y una razón política específica, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, de la que soy parte, me ha regalado otro montón de espacios, abrazos en un acto que corresponde en la misma medida la admiración recibida y las satisfacciones sentidas.





 A la llegada nos ofrecen fresco de tamarindo o café, nos ofrecen sonrisas, nos ofrecen un tronco para sentarse o un pucho de hojas secas con las que se hace un colchoncito, nos ofrecen muchos buenos días, y nos vuelven a ofrecer la fotografía a colores de niñas y niños que corren rodeando la champita que protege el fogón donde se terminan de cocer los frijoles y el arroz que serán el almuerzo que compartirán con su visita, y el sentido del tiempo y el compartir que niega la prisa del pueblón que se asume “ciudad” de donde venimos nos va envolviendo. Todo vuelve a una paciencia que deja un tiempo en el que puedo reconocer los ruidos de los silencios porque ambos suenan, el tiempo en el Roblón y la gente Lenca es otro tiempo, es apacible y amoroso, es constante como la toma y tiene la persistencia sigilosa de quienes han sabido cuidar lo que les pertenece porque tener no es sinónimo de voracidad y el infinito no se aplica al bien común sino a la infinita sabiduría para no ser esclavos de una velocidad sinsentido del aparentar por otro de sobrevivir autónomamente y del cuidar para cuidar estratégicamente el buen vivir con el que tienen un empeño.


Vuelve Berta Cáceres del Río Gualcarque que está camino abajo del Roblón donde se mantiene la toma de carretera y regresaban de que una empresa corporativa de la noticia muy grande documente los rostros y voluntades de quienes hicieron posible galardonarla como Coordinadora de la organización política indígena que se vincula y enarbola el grito libertario de los pueblos indígenas. Con Berta llegan del COPINH otras grandes luchadoras, María Santos, Rosalina y Adelaida para juntarse con la compañera Pascualita del Consejo de Ancianos y Chico, Coordinador del COPINH en Río Blanco, y con su llegada se comparte el almuerzo y se da inicio al acto de “la verdadera celebración” del Premio Goldman. Entre palabras, que siempre se reparten con equidad y sabiduría, todas y todos lo hicieron desde la alegría, celebrándose, abrazando a Berta en el reconocimiento del liderazgo que tiene en la horizontalidad en la que sus mismas palabras devolvían la honra.

El abrazo colectivo mientras entre todas levantaban la estatuilla redonda del Goldman, era el símbolo de que fue el pueblo Lenca el homenajeado y que esa que fue la verdadera celebración del Premio Goldman.

Volvimos en una sola apiñazón en la paila del carro, subimos en dos partes y bajamos en un soloviaje, entre risas y bromas seguimos celebrando, yo miraba a María Santos agachada e incómoda rebotando en el carro y pensaba.... esta fue una de las mujeres que logró sacar a Sinohydro del Gualcarque, cuanto puede alzarse un cuerpo pequeño con un alma tan grande, como el alma de ella y de Berta, de Rosalina, de todas ellas y ellos.

¡Qué hermosos escenarios tengo, yo que apenas puedo cantar y contar de tanta honra!